Guy Bourdin. Vogue Paris, 1961 © Estate of Guy Bourdin, 2016 |
El Museo Thyssen-Bornemisza acaba de presentar Bulgari y Roma, una exposición sobre cómo la arquitectura y el arte de la Roma antigua y moderna han servido de inspiración a los diseñadores de la firma italiana de joyería a lo largo de su historia. Fundada en Roma en 1884, Bulgari ha incorporado desde sus orígenes los rasgos más característicos de la ciudad como hilo conductor, simbólico y artístico de sus creaciones. El Coliseo, la plaza de San Pedro, la escalinata de la plaza de España, las fuentes de Piazza Navona o el Panteón han dado forma durante décadas a collares, pulseras, pendientes y broches realizados en oro o platino y piedras preciosas de múltiples colores: gemas en talla cabujón que recrean las características cúpulas del paisaje romano, diseños geométricos reflejo de las líneas puras de las ruinas o el brillo del oro que recuerda a las volutas del Barroco son algunos de los detalles que revelan el homenaje de Bulgari a la Ciudad Eterna.
En Adoronews.com nos encanta Roma, y ¿a qué mujer no le gustan las joyas? Esta exposición es una maravilla por si misma, porque nos brinda la posibilidad de ver joyas que pertenecieron a las grandes actrices y hasta un fantástico collar de la propia baronesa. Además va acompañada de piezas de arte soberbias... Razones por sí mismas e independientes, para no perdérsela.
Más de 140 piezas, más de 130 años de historia
Collar y pendientes de oro con zafiros azules y amarillos, perlas cultivadas y diamantes, 1988. Colección privada de la baronesa Carmen Thyssen-Bornemisza. |
Para poner de manifiesto esta estrecha vinculación, la de la firma con Roma, la muestra reúne más de 140 piezas de joyería de la Colección Heritage de Bulgari -entre las que se encuentran piezas que pertenecieron a Elizabeth Taylor y a Anna Magnani- y de algunas colecciones particulares, como la de la Baronesa Thyssen, junto a una treintena de pinturas, dibujos, esculturas y fotografías de diversos artistas europeos que han inmortalizado la ciudad de Roma en su obra, como Canaletto, Gaspar van Wittel, Ippolito Caffi o Arthur John Strutt. Estas obras proceden en su mayoría del Museo de Roma (Palazzo Braschi), pero también de la Galería Borghese, de los Museos Capitolinos y de las colecciones del Banco Intesa San Paolo y del Círculo de la Caza.
1 Collar de plata, Sotirio Bulgari, 1880. Colección Heritage de Bulgari, Roma. |
Con un cuidado montaje que incluye elementos interactivos, Bulgari y Roma permite además realizar un viaje por los más de 130 años de historia de la firma, desde los adornos y accesorios realizados artesanalmente en plata a finales del siglo XIX por su fundador, Sotirio Bulgari, o las piezas de platino y diamantes de las décadas de 1920 y 1930 que seguían todavía las pautas de la joyería francesa, hasta las creaciones más actuales, incluyendo joyas espectaculares de las colecciones icónicas de la casa, como son Serpenti, Monete, Parentesi o BVLGARI BVLGARI.
Todo ello permite definir los volúmenes redondeados, la utilización de colores poco convencionales o la predilección por el oro amarillo en determinadas décadas, como algunos de los rasgos más característicos de su estilo.
Capturar la eternidad: Roma en el diseño de Bulgari
Ippolito Caffi. El Coliseo, 1847. Óleo sobre lienzo, 35 x 58 cm. Museo di Roma, Palazzo Braschi, Roma. |
Con sus impresionantes vestigios del Imperio Romano, sus amplias plazas, su imponente arquitectura barroca con sus innumerables fuentes y sus magníficas basílicas, la ciudad de Roma ha sido fuente de inspiración para artistas e intelectuales de todos los tiempos. Las creaciones de Bulgari, en palabras del nieto de su fundador, Paolo Bulgari, “son un recorrido por las obras maestras italianas en las que se inspiran”. Un recorrido que empieza por uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad, retratado por numerosos artistas y cuya inconfundible forma ovalada acabará convirtiéndose en una de las señas de identidad el diseño Bulgari: el Coliseo. Lo vemos ya en un brazalete de 1934 que combina diamantes con piedras de un solo color, el rojo de los rubíes. Se trata de una joya que mantiene el estilo geométrico y art déco predominante en las primeras décadas del siglo XX, pero que muestra un uso temprano de la talla cabujón, que confiere a la piedra una forma redondeada; una técnica revolucionaria en aquel momento, que iría posteriormente desarrollándose hasta convertirse en la principal y más apreciada del estilo Bulgari.
La elíptica fue también una de las formas predilectas de los grandes arquitectos del Barroco italiano para dar movimiento a construcciones y espacios urbanos, desplazando progresivamente a la clásica forma circular. La columnata y la plaza de San Pedro, diseñadas por Bernini como un inmenso lugar de acogida en el que las columnas envolvían y guiaban a los peregrinos hasta la iglesia, dio origen a una serie de broches en la década de 1930, todavía de influencia art déco pero con piedras redondeadas que realzan su diseño arquitectónico. Más tarde, en las décadas de 1970 y 1980, la firma volvió a emplear el óvalo en piezas realizadas en oro combinado con diversas piedras preciosas.
Giuseppe Vasi. Plaza de San Pedro (1774),
Museo di Roma, Palazzo Braschi, Roma.
|
Gargantilla de oro con rubíes, zafiros, lapislázuli y
diamantes (1979). Colección Heritage de Bulgari, Roma
|
Ippolito Caffi. Piazza del Popolo, 1843-1857. Acuarela, 44 x 59 cm. Museo di Roma, Palazzo Braschi, Roma. |
Un anillo en platino con perlas naturales y diamantes de 1963 recrea el inconfundible perfil de las iglesias gemelas de la Piazza del Popolo, diseño igualmente de Bernini, cuya imagen era una las primeras que contemplaban los mandatarios y peregrinos que accedían a Roma a través de la emblemática plaza. La confluencia en este punto de la Vía del Corso, la más antigua de la ciudad, Vía Ripetta, que conduce hacia la basílica de San Pedro, y la Vía del Babuino, hacia Santa María la Mayor, configura un entramado de calles conocido como el Tridente por su característica forma en abanico adentrándose en la ciudad; un peculiar diseño que reproduce el collar convertible en broche, realizado en 1955 en oro y platino con tres filas de rubíes y un delicado lazo de diamantes.
Otra de las más emblemáticas plazas de Roma es, sin duda, la Piazza Navona. Ubicada en el antiguo emplazamiento del estadio de Domiciano (siglo I d.C.), la belleza barroca de este espacio se reproduce en la forma alargada de un broche de 1934, en el que destacan tres diamantes de grandes dimensiones, con una disposición similar a las famosas fuentes que adornan la plaza: la de los Cuatro Ríos en el centro, diseñada por Bernini, flanqueada a ambos lados por las fuentes del Moro y de Neptuno.
Gian Lorenzo Bernini fue también el primero en proponer un diseño cóncavo y convexo para la pared de la doble escalinata de la plaza de España, aunque el proyecto final lo llevaría a cabo más adelante otro arquitecto. Las líneas curvas de esta famosa escalera, recientemente restaurada gracias al patrocinio de Bulgari, inspiraron la creación en 1938 de un collar de platino y diamantes que puede transformarse en dos pulseras, dos broches alargados y otros dos más pequeños, típico ejemplo de la joyería convertible de la década de 1930. En 2016, una nueva joya recoge la inspiración de la escalinata: un collar en oro con esmeraldas, rubíes, zafiros y diamantes que evocan las azaleas que la decoran en primavera.
Collar de oro con esmeraldas, amatistas, cuarzos, turmalinas rosas, zafiros y diamantes, 1991. Colección Heritage de Bulgari, Roma. |
El puente de Sant’Angelo fue durante varios siglos el único enlace entre las dos orillas del Tíber. Lo mandó construir el emperador Adriano para unir el Campo de Marte con su mausoleo, convertido posteriormente en dependencias papales y en prisión, y hoy conocido como el castillo de Sant’Angelo. En el siglo XVII Bernini diseñó las diez figuras de ángeles que adornan los paramentos del puente, esculturas que inspiraron el diseño en 1938 de una pareja de pendientes de platino y diamantes. Del mismo modo, la forma pentagonal del Castillo se recrea en un suntuoso collar de 1991, con las gemas dispuestas simétricamente sobre una base de oro y con elementos distintivos del estilo Bulgari, como su llamativa combinación de colores y el uso creativo de las piedras preciosas para adaptarlas al diseño de la pieza, con partes redondeadas y otras angulares.
Modelo con un collar de Bulgari en oro con esmeraldas, rubíes y diamantes (c.1970). Fotografía: Gianni Penati-Condenast America. |
Desde la antigua Roma hasta el Barroco, la forma octogonal está presente en numerosos monumentos romanos, sobre todo en los artesonados de los palazzi. El interés de Bulgari por las formas geométricas convirtió al octógono en el marco ideal para los colgantes de grandes dimensiones de la década de 1970, normalmente iluminados por una gran gema central, que podían lucirse de forma independiente como broches o junto a collares de largas cadenas. Un magnífico ejemplo es el collar de platino con zafiros y diamantes que perteneció a Elizabeth Taylor, regalo de Richard Burton en 1972 por su 40 cumpleaños. Por su parte, la decoración de la espectacular cúpula del Panteón ha inspirado la creación de varias piezas, como un collar en oro y diamantes de 1992 que recuerda esta característica geometría, con sus filas de diamantes en talla baguette.
Collar Parentesi de oro con diamantes, 1982. Colección Heritage de Bulgari, Roma. |
Una serie de broches de finales de la década de 1980, con un patrón concéntrico en varios colores, rinde homenaje a la ingeniosa simetría del templo de Venus y Roma, mandado construir y diseñado por el emperador Adriano, con dos ábsides contrapuestos que comparten la misma pared donde se situaban las estatuas de Venus Felix y Roma Aeterna. Una arquitectura que sigue el modelo del juego de palabras AMOR – ROMA: la misma palabra leída en sentidos opuestos que, al igual que el templo, permitía adorar en una dirección al amor (Venus) y a Roma en la opuesta.
Collar y pendientes de oro con diamantes, 1992. Colección Heritage de Bulgari, Roma. |
Tras la conquista de Egipto, los emperadores romanos llevaron a la ciudad algunos de sus obeliscos como demostración de la superioridad de su civilización sobre el pueblo egipcio. Los jeroglíficos que los decoran han inspirado el diseño de collares desde la década de 1970, con incrustaciones realizadas en nácar o cornalina.
Otros collares y brazaletes, en los que se entremezclan piedras preciosas de diversos colores y tamaños, recrean la característica disposición de piedras de distintas formas y medidas con las que los romanos construyeron sus carreteras, como la famosa Vía Apia. Entre ellos, un collar en oro con amatistas, peridotos, aguamarinas y diamantes de 2003; una pulsera de oro amarillo con topacios, amatistas, cuarzos, peridotos y turmalinas de 2013, y otro collar en oro con zafiros azules y amarillos, perlas cultivadas y diamantes realizado en 1988.
Pendientes de platino con diamantes, 1938.
Colección Heritage de Bulgari, Roma
|
Pulsera de oro con topacios, amatistas, cuarzos,
peridotos y turmalinas (2013). Colección Heritage
de Bulgari, Roma
La inmensa estrella circular que decora el pavimento de la plaza del Campidoglio se finalizó en 1940, a pesar de tratarse de un proyecto original de Miguel Ángel que empezó a construirse en el siglo XVI. Este característico diseño se reinterpretó en 1955 en una pareja de broches de platino, rubíes y diamantes que pertenecieron a Anna Magnani, quien solía lucirlos junto con los pendientes “Tridente”, reafirmando de esta manera sus raíces romanas.
Bulgari, de joyería a imperio
Polvera de plata con moneda de oro de Baviera (1410-1436), 1940. Colección Heritage de Bulgari, Roma. |
Descendiente de una familia griega de orfebres, Sotirio Bulgari, fundador de la firma, viajó a Italia a finales del siglo XIX y ya en 1884 abrió su primera tienda en Roma. En 1905 inauguró la actual sede de la casa, en el número 10 de Via Condotti, donde años después terminó por concentrar toda su actividad. De sus seis hijos, Giorgio y Constantino fueron los que más se involucraron en el negocio, haciéndose cargo de él tras su fallecimiento, en 1932. Dos años más tarde reinauguraron la tienda tras una gran reforma y cambiaron definitivamente el nombre a BVLGARI, en mayúsculas y con la tipografía de las inscripciones de la antigua Roma.
Los dos hermanos optaron entonces por alejarse de la escuela francesa de joyería - predominante en aquella época y caracterizada por el uso del platino y los diamantes dispuestos en diseños geométricos- y comenzaron a unir los diamantes con piedras preciosas de distintos colores y de talla cabujón, toda una revolución en el diseño de joyas.
Reloj Bvlgari Roma de oro con correa de cordón y cuero, 1975. Colección Heritage de Bulgari, Roma. |
El período de posguerra supuso un resurgir comercial que favoreció la experimentación estilística de Bulgari, sobre todo en cuanto al uso del color, y en los años cincuenta comenzaron a introducirse combinaciones cromáticas sin precedente, que serían cada vez más atrevidas en las décadas posteriores. Con el auge de la dolce vita romana, la firma se dio a conocer entre actrices y protagonistas de la jet set italiana e internacional, lo que llevó el nombre de la marca por todo el mundo. Cuando fallecieron Giorgio y Constantino en 1966 y 1973 respectivamente, los hijos de Giorgio, Paolo y Nicola, ya formaban parte de la empresa y dirigían activamente el negocio y su producción creativa. La década de 1970 significó la primera fase de la expansión internacional de la casa, con la apertura de tiendas en Nueva York, Ginebra, París y Montecarlo. En 2011, Bulgari se unió al grupo de lujo LVMH (Louis Vuitton Moët Hennesy).
Coincidiendo con la celebración de su 125 aniversario, en 2009, comenzó la organización de diversas exposiciones retrospectivas que han llevado las creaciones de Bulgari por ciudades como Roma, París, Pekín, Tokio o Shanghái, aunque es en Madrid donde se muestra por primera vez la estrecha vinculación de sus diseños con el arte y la arquitectura de Roma, una relación que llevó también a la firma a financiar en 2014, año de su 130 aniversario, la restauración de la emblemática escalinata de la plaza de España, recientemente inaugurada.
Ingrid Bergman en el set de La visita
(1964), con joyas de Bulgari.
Fotografía: Alinari
La influencia de Roma en la leyenda de Bulgari y sus inconos
FICHA DE LA EXPOSICIÓN:
Título: Bulgari y Roma
Organizador: Museo Thyssen-Bornemisza, en colaboración con Bulgari
Sede y fechas: Madrid, Museo Thyssen-Bornemisza, del 30 de noviembre de 2016 al 26 de
febrero de 2017
Comisaria: Lucia Boscaini, directora del Departamento de Legado Histórico de Bulgari
Coordinadora: Laura Andrada, Área de Conservación del Museo Thyssen-Bornemisza
Número de obras: 149 joyas y 38 obras
Publicaciones: Catálogo con textos de Bulgari, publicación digital en la app Quiosco Thyssen y
app Bulgari y Roma
INFORMACIÓN PARA EL VISITANTE:
Museo Thyssen-Bornemisza
Dirección: Paseo del Prado, 8. 28014, Madrid. Salas Moneo, planta -1
Horario: de martes a viernes y domingos, de 10 a 19 horas; sábados, de 10 a 21.
Entrada única: Colección permanente y exposiciones temporales:
- Entrada general: 12 €
- Entrada reducida: 8 € para mayores de 65 años, pensionistas, estudiantes previa acreditación
y familias numerosas
- Entrada gratuita: menores de 12 años y ciudadanos en situación legal de desempleo
Venta anticipada de entradas en taquillas, en la web del Museo y en el 902 760 511
Más información: www.museothyssen.org
Audio-guía, disponible en varios idiomas
0 comentarios: