NOSOTROS SOMOS DEL CLUB... DE NUESTRO AMIGO ENRIQUE SANCHO, NOS ENCANTA LA NAVIDAD TAMBIÉN. Y "ME REVIENTA" (DULCIFIQUEMOS UN POCO QUE ES NAVIDAD, "MOLESTA", LOS MODERNOS DIRÍAN... "ME RAYA") LA GENTE QUE NO PARA DE ECHAR PESTES DE ELLA... ayer sin ir más lejos, una madre, en la recogida de notas de mi hijo. ¡ELLOS SE LO PIERDEN! Esta es la felicitación que me ha mandado Enrique y que comparto totalmente ¿y tú?
UN AÑO MÁS: ¡¡ME ENCANTA LA NAVIDAD!!
Este año he esperado hasta el 21 de diciembre para escribir estas líneas, y comprobar que los mayas se han equivocado (aunque en México aún tienen siete horas más de margen) y casi seguro tenemos unos cuantos años y otras tantas navidades por delante.
Vale, ya sé que titular así no se estila, que lo moderno es repudiar las celebraciones, huir de estos días de comidas copiosas, compras compulsivas, falsas felicidades... Ya sé que lo habitual es quejarse del derroche, de las comidas y cenas de empresa y familia, de todo lo que rodea estas fechas.
Bueno, pues a mí ¡me encanta la Navidad!
Hotel Ritz |
Es verdad que me gustan más las navidades de antes, cuando la gente enviaba crismas de Ferrándiz en lugar de mandar wassap, cuando se hacían las compras en las calles llenas de gente en lugar de comprarlas a Groupon y cuando esa misma gente con la que te cruzabas sonreía en lugar de andar cabizbajos mientras teclean el iphone... Pero, en fin, nada hay perfecto.
Naturalmente me gustan los belenes, el mío tiene figuras grandes y poco espacio, por lo que prescindí del buey y la mula mucho antes que Benedicto, pero, eso sí, cacharros y adornitos traídos de todo el mundo, con lo que ahora parece una quedada de tres pastores con una muestra de cestos, cajas de fruta, cántaros, jarras y pequeñas jaulas que recuerdan más un Carrefour que un pesebre en Belén. Pero como soy moderno, también tengo árbol de Navidad, con luces que parpadean, bolas, guirnaldas y una estrella grande en la copa.
Hotel Occidental Miguel Ángel |
fue interpretado a la vez en inglés y alemán por los combatientes de ambos frentes en la Tregua de Navidad de 1914 durante la Primera Guerra Mundial. ¡Ojalá lo hubieran repetido muchas veces más!
Pues eso, disfruto de la Navidad y me gustaría que tú también lo hicieras. Y si no es así, pues no nos vamos a enfadar. Ya sabes, son días de paz y amor, como en los buenos tiempos.
FELIZ NAVIDAD Y BUEN AÑO NUEVO (lo de próspero parece un poco fuerte con la que está cayendo).
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